Por qué es importante hablar con los adolescentes sobre las apuestas ya en la escuela

En los últimos años, el acceso a las apuestas deportivas y juegos de azar ha dejado de estar restringido a los adultos. Hoy, muchos adolescentes españoles conocen las dinámicas de las casas de apuestas, saben cómo funcionan las cuotas y utilizan lenguaje relacionado con el juego en su día a día. En parte, esto se debe a la omnipresencia de anuncios, a la influencia de las redes sociales y a la progresiva normalización del juego online como forma de entretenimiento. Incluso sitios populares entre adultos, como Betovo casino, son frecuentemente mencionados en foros o vídeos donde los jóvenes comparten estrategias de juego, pese a las restricciones legales.

Frente a esta realidad, el sistema educativo no puede permanecer al margen. La escuela es, por definición, un espacio donde se forman criterios, se desarrollan capacidades críticas y se abordan los grandes retos sociales. Hablar sobre apuestas en el aula, lejos de ser un tema tabú, se convierte en una herramienta esencial para la prevención, la educación ética y la promoción del bienestar emocional.

La adolescencia como etapa de vulnerabilidad

Entre los 12 y los 18 años, el cerebro humano atraviesa transformaciones estructurales y funcionales que afectan la toma de decisiones, el control de impulsos y la valoración del riesgo. Es una etapa donde las emociones dominan muchas conductas, donde el grupo de iguales influye intensamente, y donde la necesidad de experimentar es alta.

Este contexto neurológico convierte a los adolescentes en una población especialmente vulnerable frente a dinámicas como las apuestas, donde se combina la promesa de gratificación inmediata con la emoción del azar. A esto se suma un entorno digital que facilita el acceso a plataformas de juego con pocos o nulos mecanismos de verificación de edad.

No se trata de demonizar la curiosidad, sino de ofrecer herramientas para canalizarla con criterio. Los adolescentes necesitan entender cómo funciona el juego, cuáles son los mecanismos psicológicos que emplea, y qué consecuencias puede tener su práctica abusiva.

Datos preocupantes sobre el juego juvenil en España

Diversos estudios alertan sobre el crecimiento del juego entre menores en el territorio español. Según datos recogidos por la Fundación FAD Juventud en colaboración con el Plan Nacional sobre Drogas, cerca del 15% de los adolescentes entre 14 y 18 años han apostado dinero alguna vez, ya sea en entornos físicos o digitales.

De ellos, más del 30% lo ha hecho en los últimos 12 meses, y un 6% presenta indicadores de juego problemático. Estas cifras aumentan en zonas urbanas, en colectivos con menos recursos y entre jóvenes que consumen contenido habitual sobre apuestas en redes sociales.

Además, se ha detectado una peligrosa tendencia a considerar el juego como una forma rápida de ganar dinero, especialmente entre adolescentes que no encuentran motivación en el ámbito académico o laboral. La lógica de "apostar para salir adelante" se instala como una narrativa atractiva que debe ser desactivada con educación y ejemplos reales.

La escuela como espacio preventivo

La escuela tiene una responsabilidad clave en este fenómeno. En primer lugar, porque es uno de los pocos entornos donde confluyen todos los adolescentes, sin importar su origen o contexto familiar. En segundo lugar, porque puede ofrecer una mirada crítica, estructurada y libre de intereses comerciales sobre el fenómeno del juego.

Incluir contenidos relacionados con las apuestas en asignaturas como tutoría, ética, economía o ciudadanía no significa promoverlas, sino justamente lo contrario: educar en el análisis, la comprensión del riesgo, la autonomía de pensamiento y la toma de decisiones informadas. Es importante, por ejemplo, que los estudiantes comprendan qué es el "retorno al jugador", cómo se manipula el lenguaje en la publicidad de apuestas o por qué las probabilidades siempre favorecen a la casa.

También puede incluirse el análisis de casos reales, la creación de campañas escolares de concienciación o la invitación a expertos para hablar sobre adicción al juego. El objetivo no es moralizar, sino capacitar.

El papel de las familias y la comunidad educativa

La prevención no puede recaer únicamente en los docentes. Las familias deben formar parte activa de esta conversación. En muchos casos, son los propios adultos quienes introducen de forma indirecta el juego en el hogar, al comentar sus propias apuestas deportivas o al tratar el tema con naturalidad.

Los centros educativos pueden organizar talleres para padres, compartir guías prácticas y generar espacios de diálogo entre familias y adolescentes. Cuanto más coherente y transversal sea el mensaje, mayor será su eficacia.

Además, el trabajo en red con profesionales de salud mental, asociaciones de prevención de adicciones y entidades locales puede fortalecer las estrategias preventivas. Se trata de construir una cultura del cuidado, donde el juego se entienda como una actividad de riesgo, no como una opción recreativa inocua.

La normalización del juego en los medios y las redes

Uno de los desafíos más grandes a la hora de educar sobre apuestas es contrarrestar el discurso de normalización que circula en redes sociales, videojuegos, canales de streaming o incluso eventos deportivos. Los influencers que promocionan casas de apuestas, los youtubers que muestran cómo "ganan" en tragamonedas, los streamers que lanzan sorteos vinculados a casinos online, construyen una narrativa glamurizada y atractiva.

Los adolescentes, al consumir este contenido, tienden a subestimar los riesgos reales y a pensar que el juego es una actividad rentable, controlable o incluso necesaria para ser parte de una comunidad. Es vital que la escuela enseñe a leer estos discursos, a reconocer las estrategias de marketing digital y a valorar la diferencia entre contenido genuino y promoción encubierta.

El análisis crítico de medios debe incluir el fenómeno del juego. Solo así los estudiantes podrán desarrollar defensas cognitivas y emocionales frente a la seducción del azar.

Herramientas pedagógicas y enfoques eficaces

La educación sobre apuestas debe combinar teoría y práctica. No basta con informar, hay que formar el pensamiento. Algunas estrategias pedagógicas eficaces incluyen:

  • Simulaciones y juegos de rol donde los alumnos puedan experimentar el funcionamiento de una casa de apuestas ficticia y ver cómo se generan las pérdidas.

  • Proyectos de investigación donde se analicen campañas publicitarias de casas reales.

  • Debates estructurados sobre la legalidad, ética y regulación del juego.

  • Estudios de caso sobre jóvenes con adicción y sus consecuencias sociales, familiares y económicas.

  • Creación de campañas escolares en redes sociales que alerten sobre los peligros del juego.

  • Entrevistas a expertos en adicciones conductuales para conocer testimonios reales.

Estas actividades desarrollan no solo conocimientos, sino habilidades sociales, pensamiento crítico y empatía, que son claves en la prevención de conductas de riesgo.

La legislación como herramienta educativa

En España, la Ley 13/2011 de Regulación del Juego prohíbe expresamente el acceso de menores de edad a cualquier forma de juego con dinero. Sin embargo, la accesibilidad digital, la falta de controles efectivos y la presencia de casas físicas en entornos escolares ponen en evidencia la distancia entre la ley y la práctica.

Por eso, hablar sobre legislación en clase también es importante. Los jóvenes deben saber que las apuestas no son legales para ellos, pero más allá de la prohibición, deben entender el porqué de esa restricción. Es necesario transmitir que la ley protege, no limita, y que su cumplimiento es una forma de garantizar derechos y salud pública.

Además, se puede analizar cómo se regula la publicidad, qué sanciones existen y cómo participan las autoridades en la supervisión del sector. Esto fortalece la ciudadanía activa y la comprensión de los mecanismos democráticos.

Comentarios de expertos y perspectivas profesionales

Para enriquecer esta reflexión, es útil incorporar la voz de quienes trabajan directamente con adolescentes y con personas afectadas por el juego. La psicóloga clínica Silvia García, especializada en adicciones conductuales, afirma:

“Cada vez atendemos a más jóvenes que desarrollan problemas de autocontrol relacionados con las apuestas. Muchos empiezan jugando con criptomonedas o puntos virtuales, y terminan pidiendo dinero prestado o mintiendo a sus familias. La prevención debe empezar antes de que aparezcan los primeros síntomas”.

Por su parte, el educador social Javier Román señala:

“La escuela no puede esperar a que llegue el problema. Debe ser un espacio donde se hable de todo lo que está en la vida de los adolescentes, incluido el juego. Silenciar el tema solo fortalece su atractivo clandestino”.

Estas voces reafirman la necesidad urgente de actuar desde lo pedagógico, lo comunitario y lo institucional.

Conclusión: educar hoy para prevenir mañana

El fenómeno de las apuestas entre adolescentes no es anecdótico ni marginal. Es una realidad creciente, silenciosa y cargada de riesgos que afecta al desarrollo emocional, social y académico de miles de jóvenes en España. Esperar a que se convierta en un problema clínico es una estrategia ineficaz y costosa. Prevenir desde la escuela, en cambio, permite actuar con anticipación, sensibilidad y eficacia.

Hablar de apuestas en clase no promueve el juego, lo desactiva. Visibilizar los riesgos, comprender sus mecanismos, cuestionar sus promesas y construir criterios sólidos es una tarea urgente. Cada aula puede ser una trinchera contra la manipulación, una defensa frente a la adicción y un espacio de libertad real.

Y aunque el mundo del juego online seguirá desarrollándose con propuestas cada vez más sofisticadas —como ocurre en sitios modernos y visualmente atractivos del estilo de https://candyspinz-spain.es/—, será el conocimiento crítico lo que determine si los jóvenes se convierten en usuarios conscientes o en víctimas vulnerables. La diferencia la marcará, en gran parte, lo que aprendan —o no— dentro de la escuela.


















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