En 1826, Joaquina de Vedruna responde en Vic a la llamada que la impulsa a «formar hermanas que abracen todas las necesidades de los pueblos, ya para ayuda de los enfermos, ya para la enseñanza de las niñas «, especialmente los grupos humanos a los cualesquiera que sea el sistema el sistema ofrece menos oportunidades. Así nace la institución Carmelitas de la Caridad Vedruna . Siguiendo las líneas marcadas por la fundadora, las hermanas se convirtieron en maestras de varias generaciones de jóvenes, especialmente en el mundo rural entonces predominante, siendo reconocidas por la calidad de su trabajo, compromiso y entrega. Esta experiencia es clave para la acción educativa del futuro.El apellido familiar de Joaquina, VEDRUNA, queda así asociado, en el campo educativo, una identidad y un estilo propio y una nueva forma de dar respuesta a las necesidades educativas de su tiempo.
El 3 de enero de 1881 llegó a Valencia 6 Hermanas Carmelitas de la Caridad Vedruna para fundar un colegio: M. Anita Rosat, Trinidad Rodríguez, Manuela Dasca, Clemencia Milagro, Anita Masoliver y Desamparados Rion. El colegio se encuentra ubicado en la calle Las Barcas e inicia su actividad con 20 alumnas. Posteriormente, conocerá varios emplazamientos, ya que, el número de alumnas crecía y los locales se quedaban pequeños: en abril de ese mismo año, se trasladó a la calle del Templo y en 1883, a la Plaza de Manises, por aquel entonces el colegio cuenta ya con 109 alumnas. En 1891 se inauguró el edificio actual, construido por el arquitecto valenciano Joaquín María Belda Ibáñez gracias, en parte, al patrimonio de la Hermana Amparo Fayos.
En el año 1900 el colegio se pone bajo la titularidad del Sagrado Corazón de Jesús.
En 1936 las HH abandonaron el edificio hasta abril de 1939 cuando comenzó una reunión de la nueva Comunidad, presidida por la M. Concepción Cerrajería. Inicialmente no pudo ocupar el edificio por estar en él la Dirección de Seguridad, por lo que pasó de las nuevas tareas educativas en un piso de la calle Blanquerías hasta que en marzo de 1940 regresó a su propio edificio después de realizar las reparaciones más urgentes.
En 1945 se terminan las obras de reconstrucción del ala izquierda del edificio destruido por la explosión de un polvorín y se inaugura solemnemente la nueva Capilla.
Nuestro colegio sigue creciendo y asumiendo nuevos desafíos educativos, uno de los más importantes llega en septiembre de 1949, cuando el Sr. Arzobispo de Valencia D. Marcelino Olaechea publica el decreto por el que se crea la Escuela de Magisterio de la Iglesia, Beata Joaquina de Vedruna.
Las siguientes décadas, la vida del colegio se llena de nuevos planos de estudio, nuevas hermanas y maestras que siguen con la formación y dedicación continuada al alumnado, pero sin perder la esencia Vedruna heredada de nuestra fundadora. Como centro inmerso y abierto a la sociedad, hemos ido evolucionando con ella, transmitiendo los valores que tenemos implícitos en nuestro ADN y nuestra señal de identidad.
En 1972 el colegio deja de ser interno de chicas y desde 1983 se convierte en colegio mixto.
En septiembre de 2012, la titularidad del colegio es asumida por la Fundación VEIS Vedruna; que recientemente se fusionó con el resto de fundaciones Vedruna creando la Fundación Vedruna Educación quién, desde el 1 de septiembre de 2019 ostenta la titularidad de este colegio y pasa a formar parte de la red de colegios Vedruna con más de 20 escuelas actualmente.
El edificio donde está ubicado el colegio está considerado actualmente bien de interés cultural y, por lo tanto, es un edificio protegido. Durante los últimos años, el colegio ha hecho un gran esfuerzo por modernizar sus instalaciones, creando las infraestructuras necesarias para incorporar las nuevas tecnologías al mundo educativo, pero sin perder la cercanía, la dedicación y la profesionalidad que nos caracteriza.
El colegio se caracteriza por ser un centro inclusivo que facilita la integración de todos los alumnos. La labor docente se desarrolla siguiendo el camino marcado por Joaquina de Vedruna, cuyo carisma es la base del proyecto educativo, de forma que la Fundación, las Hermanas y el profesorado trabaja con ilusión y esperanza ante los nuevos desafíos que plantea nuestra sociedad y nuestro alumnado .